lunes, 2 de marzo de 2009

el principio del fin, ¡ójalá!

Ya estaba pesimista cuando empecé a leer "Rescatar la democracia", de Ignacio Gómez de Liaño (Siruela). Noticias insidiosas diarias sobre el panorama político y social español me van poniendo de mal humor progresivamente hasta que tengo que sentarme a meditar, en plan Sidharta, respirar hondo y pausado, los ojos cerrados, paladeando el placer de estar viva. Cuando terminé de leerlo me pasmaba que los españoles de bien no reaccionáramos contra la mezquindad intrínseca de los nacionalismos por temor a ser tildados de "nacionalistas españoles", el colmo de la sandez. La caverna nacionalista ha sabido aprovechar la alfombra mullida que le ha puesto bajo los pies la democracia española con su ambigua Constitución del 78 al frente. Y han sabido retorcer muy bien el idioma común, sofocándolo con el veneno de la corrección política, ese eufemismo cursi y rebuscado, procedente de los EEUU, que viene a ser el lenguaje de los torticeros y de los hipócritas. Pero las palabras, aunque no maten, apuntan. Y, a veces, con tino de tirador olímpico.
Viene esto a cuento del resultado de las elecciones vascas y gallegas que acaban de dar con las posaderas nacionalistas en la calle, donde hace frío y hay que trabajar. Esto último es un decir. Trabajar, trabajar, trabajan en España los que pueden, los que no han engrosado aún las filas del paro, y lo hacen de 8 a 3 cada día y se llevan curro a casa y cobran lo justo para pagar la hipoteca. ¡Qué demagógico queda esto! ¿Eh? Pero desde hace tiempo, políticos, sindicalistas, asesores, gabineteros de prensa, portavoces, etc., etc, viven del dinerito público y del cuento generalizado en esta España que ha dejado de ser brava, aventurera y corajuda hace muchos lustros. Por eso se agradecen gestos incontenidos como el de Emilio Gutierrez, un guapo vascazo de 30 años que la emprendió a mazazos contra una "Herriko Kaberna", club de reunión de etarras, de su pueblo, harto de que los matones le destrozaran la casa que acababa de construir para casarse y de que esos mismos energúmenos se le rieran en las narices, gozando de su heroica fechoría. Hay que tener en cuenta que ese poblacho, cuyo nombre no recuerdo, ni ganas, está regido ilegalmente por los voceros de ETA. Y que en esas medio aldeas se conocen todos. Ni que decir tiene que Emilio ha tenido que salir por piernas, a refugiarse a alguna parte. Así de linda es la democracia en tierras vascas. Muchos le apoyamos y le ofrecemos nuestra ayuda, por la web.
Del cinco por ciento de nacionalistas que había en España en la Transición, hemos llegado a una situación en la que están mandando en Cataluña y han estado mandando en Galicia y el País Vasco. Que imponen sus condiciones de pedigüeños insaciables gracias a una mala Constitución que, lejos de procurar seguridad al país que quiere constituir, lo desconstituye constantemente con la ayuda del Tribunal Constitucional, desde luego.
¡Oh, por Dios! Pido excusas por este desahogo tan osado e infantil. Tengan la bondad los posibles y amables lectores de disculpar a esta pobre escribana amargada.
Y, ya que he mentado al Altísimo, ¡que Dios reparta suerte!

17 comentarios:

estrella dijo...

"Amiga mía muy querida [aplicate el cuento]: no sufras por cosas que no lo merecen. Más te hubiera valido volverte niña e inocente, ¡qué más te da! y haber disfrutado, con una amplia sonrisa.... La diferencia estriba sólo en una micra de distancia, ya lo sabes, entre la inteligencia más sutil y la más burda de las tonterías. ¡Qué sabe nadie qué hay tras tu sonrisa de inocente! Eso es algo muy íntimo, ¿no es así?"

Esto lo dice una sabia mujer...

Elvira dijo...

Pero, Chiqui, en materia de cosa pública, esa actitud sería cinismo.
¿Tal .vez también en materia de cosa privada? En tal caso, touchée

estrella dijo...

Pues hermosa, lo mío es bien público: que el gobierno te diga por escrito – y espere que lo firmes – que el día más importante de tu vida es cuando te dan la ciudadanía del glorioso país de los EE.UU. ¿Te parece privado?

Me alegro que admitas que las dos somos un pelín melodramáticas!

estrella dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Elvi, me imagino que el resultado de las elecciones estará estrechamente unido a la situación económica. Quién querría , en tales tiempos, distanciarse de la vaca que nos amamanta. Siento estar tan distanciada de la política española.

Anónimo dijo...

Elvi, muy brava tu entrada. Espero que ese chico esté bien escondido. Vaya futuro, pasar de construirse un lugar para casarse a esconderse de ETA. La situación sería otra si más vascos hubieran reaccionado de forma parecida durante medio siglo.

Elvira dijo...

Eso creo yo también, Anónimo. Pero la situación ademocrática entre los vascos es impensable fuera de aquí. Ahora resulta que los nacionalistas no admiten haber sido derrotados y quieren eternizarse en el poder. Llevan treinta años mandando y quieren seguir. Confunden su partido con la institución de gobierno. Claro que también los nacionalistas catalanes llevan casi 40 años mandando.
Ya digo: como Franco.

Elvira dijo...

Me: el resultado electoral vasco podría dar pie a un cambio histórico y es responsabilidad de socialistas y populares el que así sea. Pero está por ver. No me fío. Se les ha dado demasiada cuerda a los nacionalistas como para que ahora se conformen con el juego democrático.

Anónimo dijo...

Pues algo se ha avanzado. A mí pe parecía impensable que los nacionalistas pudieran ser derrotados en el país Vasco, por aquello del miedo a que están sometidos. Lo de los catalanes es muy dififerente: yo les habría dado la independencia hace medio siglo!

Elvira dijo...

Ay, at, ay, Anónimo, que noto un deje de catalanofobia en tu comentario...
La verdad es que los que se ponen pesaditos se ponen muy pesaditos, pero ¡hay tanta gente estupenda en Cataluña! Que da pena lo que les están haciendo; lo que nos están haciendo a todos nosotros, gracias a la ayuda inestimable del PSOE

Anónimo dijo...

Buena seleccion, Elvi.

http://www.youtube.com/watch?v=D8SfiCnwF28&feature=related


Los catalanes, como los franceses, uno a uno.

Elvira dijo...

¡Gracias, Camelot! Es mi versión favorita, aunque en el disco que yo tenía, McGuire está con algo de barba. Una voz inconfundible ¿no? Una fuerza desgarradora. Muchas gracias. No sé cómo pagártelo...
Tu visita es emocionante, trataré de mejorar los posts.

estrella dijo...

Elvi, pero qué chico tan guapo es (era?) este McGuire. Me recuerda a alguien. Yo, ni idea, no lo conocía.

Ay, dios, no estarás intentando quitarme a Camelot? Hasta vas a mejorar las entradas?...Como mucho, me resigno a compartirlo.

estrella dijo...

Elvi, excelente! creo que la versión en mi blog tiene mejor sonido.

http://www.youtube.com/watch?v=3FsBEdPbXqg&feature=related

Elvira dijo...

Esa es la idea, Chiqui. Compartir.
McGuire y su voz a punto de romperse es un referente de mi adolescencia. No sé si comparte con nosotras la Tierra todavía.
Esta mañana ha amanecido ventosa pero iluminada por el sol. Creo que está previsto que el viento amaine. Casi todo está preparado.

Bartleby dijo...

Elvi54: No conocía su blog y ahora me asomo a él; un buen descubrimiento.
A su entrada: Sí, ha habido una lucha muy desequilibrada entre nacionalismos, español y periféricos, durante toda la transición. Pero es el abandono del Estado, a su vez sin terminar de consolidar en España, lo que ha dejado vía libre a los nacionalismos pequeños. Porque oponer un nacionalismo a otro es batalla ideológica por naturaleza y, como tal, excesivamente subjetiva para que un árbitro (incluida la historia) pueda decidir el vencedor. Una de las pruebas de esa debilidad de nuestro Estado es que se ha sustituido por una sacralización de la Constitución, por miedo a citar y reivindicar directamente a la nación (España), en su sentido moderno.

Elvira dijo...

Bartleby, ¡qué sorpresa tan grata su visita! De acuerdo en todo con lo que dice. Queda pendiente, a pesar de tantos esfuerzos y de cosas que se hicieron bien, el sueño de la modernización de España. Ese sentir que estás en un lugar donde las cosas funcionan porquer la gente que está tras ellas sabe cómo se hace. ¿Ha ido Vd. a recabar vida en EEUU?