viernes, 27 de enero de 2012

De coles y violetas

Col mordisqueada de mi bancal
He recogido algunas verduras del huerto ecológico y compruebo que la oruga de la col se ha puesto como el Quico con este hermoso ejemplar. No importa; desde el principio quedamos en que la compartiríamos dado que soy admiradora de ese insecto cuando se hace mariposa y se convierte en la blanca de la col. Eso es en la primavera temprana, cuando alegra el aire revoloteando a placer con sus amigotas. Con este tiempo de calentamiento global que hace igual la veo pronto por aquí.
La col está rica de todas formas, y sólo tengo que prescindir de un par de hojas o tres. ¿Qué importa si eso la hace feliz y, de paso, también a mi? Me pregunto cuántas infelicidades podrían borrarse de la Tierra si los humanos fuéramos más razonables en el reparto del botín que da la naturaleza. Pero sé de antemano que esta idea es vieja y más vieja aún su contraparte: la interminable avaricia del ser humano. De muchos seres humanos. Se habla del hecho de que cada vez hay más pobres, de lo incapaz que es la especie humana de desterrar la miseria  pero ¿sabemos por qué? ¿No será porque cada vez hay más que quieren ser ricos? Y lo consiguen a base de dejar morir de hambre a las orugas de la Blanca de la col. Digo morir de hambre, pero lo más triste es que las matan directamente. Qué hartazgo de humanidad, de verdad.
Violetas africanas
Como han caído cuatro gotas he sacado la maceta de las violetas a que les dé el aire un rato. Un detalle del astro de las tormentas ha hecho que cuando iba a fotografiarlas para subirlas a este sitio lucieran sus rayos invernales lo justo para el momento. El sol ha experimentado fuertes tormentas, al parecer, que han dado una fiesta celeste a los habitantes más septentrionales: la aurora boreal. Al parecer, también en la Antártida. Las imágenes que han mostrado la tele eran para flipar. Es posible que pueda rescatar alguna y verán -si no lo han visto ya- un espectáculo de verdad asombroso. Desde los años escolares en que me fijé en la foto que iluminaba la lección de fenómenos atmosféricos y el clima no había visto nada igual.
Mientras tanto, enero se va marchando. Resulta que el 25 fue mi santo. La pobre Santa Elvira, virgen y mártir, pasa desapercibida incluso para sus tocayas. A ver cómo da la cara febrerillo, más largo este año.

Aurora boreal sobre un bosque de coníferas

9 comentarios:

Pilo dijo...

Pues feliz santo, a toro pasado, guapísima!!!
Las violetas preciosas, deberíamos buscar una receta para escarcharlas y merendarlas.
Y, un día iremos a ver la aurora boreal, si?

Besos

estrella dijo...

Felicidades, Elvirita del niño Jesús!

Qué un día de estos nos rocié la Aurora Boreal con sus rayos y nos de luz para el resto de nuestros días…y muchas coles para que las podáis compartir vosotros y los bichejos que habitan por esas tierras.

estrella dijo...

Ahora bien, no simpatizo mucho con lo de compartir.
No tengo jardín ecológico…Pero tengo alfombras en casa y el otro día encontré una pequeña y antigua – una preciosidad – comida por las oruguillas de la polilla…!!malditas sean!!
La he tenido que tirar. Todo ocurrió mientras yo paseaba por Madrid.

Elvira dijo...

Caramba con las oruguillas de la polilla, cómo se las gastan. Mi col, la de la foto, ha resultado deliciosa. La he escaldado, cortada muy fina, en agua para después centrifugarla con una centrifugadora de verduras estupenda que me dejó Chiqui en herencia y le puse algo de salsa de soja. Tal cual, estaba buenísima. Las violetas son más difíciles, me temo, ¿eh Pilo? Ahora bien, en esas tiendas de Madrid las hacen muy ricas (y muy caras).

chiqui dijo...

Salsa de soja? Como la haces? please...

Elvira dijo...

Todavía no sé. Pero he aprendido a hacer leche de soja (en realidad, la hace una jarra que compré a tal efecto). Y con la fibra que queda, okara, creo que se llama, se hacen unas hamburguesas de lo más molón.

Elvi dijo...

Si pincháis en mi nombre en azul, sale.

Manuel Montero dijo...

Elvira, sabes ? Me ha escrito Estrella para decirme que mis "novelas" ilustradas estan en Harvard. Me siento desconcertado. Halagado, por supuesto. Que sea a través de C.Maurer, que es un hispanista de primera linea, me deja perdido, una rara culpabilidad me apesadumbra. En fin, no es por gritarlo a los cuatro vientos, sino porque este blog tuyo es un sitio donde se puede hablar de estas cosas, y de paso dar signos de vida... en Marte (no? ja ja ja)

Elvira dijo...

Querido MM, me alegra saber esas noticias a las que accedo tan tarde (es una especialidad mía, la de llegar tarde a las cosas importantes).
Derivo aquí, por casualidad, cuando a este modesto blog le quedan días contados de vida. Enhorabuena, MM. Que la fortuna te acompañe.