http://www.youtube.com/watch?v=SXh7JR9oKVE
Lo más chocante es que la gente trate de captar el momento con sus cámaras fotográficas en vez de disfrutarlo plenamente. Como si el sonido real y la emoción de estar en medio de eso pudiera captarse, "congelarse". Otra curiosidad es que, acabada y aplaudida la actuación, los contagiados se sienten tan tranquilos a terminarse la hamburguesa. Qué humanos que semos.
11 comentarios:
En dos palabras: im presionante.
Besico, querida.
Lo bueno de ese video es que se ve cómo los americanos se apuntan a todo. Al final la mayoría de los espectadores están cantando también. They love to sing along!!!
E L V I R A !!!! Me he enterado que mañana a las dos de la tarde en Radio Clásica, en "Juego de espejos" nos vas a ofrecer un par de piezas musicales. Más todavía, se dice que al final de éstas vas a cantar una cancioncita en sefardí...
No me lo voy a perder, aunque tenga que madrugar en domingo!
Danos más detalles!
¡Vaya scoop, Chiqui! Desde el Boston de tus amores no creo que sea recomendable el madrugón, porque la emisión es a las dos de la tarde, la hora de la cocinilla, aquí en el Molino. Me invitó el dire del programa, Luis Suñén, a poner mis discos y charlar de lo que sea a lo largo de una hora. Qué corto se hace. Me acuerdo cuando me lo decían mis invitados a los "pogramas" que hacía yo en tiempos. ¡Qué buena es la radio! La echo de menos..
¡Cáspita! Si faltan 35 minutos. Me voy a preparar unas endivias al horno con champiñones. Fácil y rico, rico, rico...
coco, escribí mal el dictum latino que te puse; en realidad es "sursum corda" (arriba los corazones). Pues eso.
Elvira, eres una enamorada de la radio y se te nota. He disfrutado muchisimo de "Juego de espejos". Lo que dijiste en el programa es cierto, las cosas que oimos en la radio, de forma azarosa y espontánea, las bellezas musicales inesperadas, nos afectan más, no sé por qué. Son como los recuerdos involuntarios de Proust.
En efecto, la cámara les defiende de la emoción. Ayer comparábamos dos escenas, la de este flashmob, en un centro comercial norteamericano, y la ópera que se cantó en el mercado de Valencia, que hace tiempo puso Chiqui en su blog
http://www.youtube.com/watch?v=N3sLHPjkpNE&feature=related
Lo que a mí me choca es la falta de expresividad de la gente del centro comercial. Sacan fotos y oyen a Haendel como quienes oyen llover. De vez en cuando se insinúa una sonrisa. En el mercado de Valencia, la música no llega al mismo nivel, pero la gente parece disfrutar más, empiezan a cantar, bailan, etc.
Adolfo, creo que has captado bien lo que quise decir con eso de la sorpresa de la radio. Sí, soy una enamorada de ese medio. Gracias por escucharlo, debió de ser un buen madrugón.
Qué bonita alusión a Proust, by the way.
Pero, Christopher, si es que la vida es así. La vida que llevamos en el siglo XXI, quiero decir. Demasiado ruido, demasiada luz, demasiada comida, demasiadas cosas en muy poco tiempo: el que tenemos para vivir. Total, que se nos escapa lo más importante, el instante. Bien visto.
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