martes, 17 de abril de 2012

Rabanitos y hojas de lechuga para la ensalada

Alcachofas en primer término, junto a la rúcula. Al fondo, Dina
El bancal del huerto está empezando a animarse. Recojo algunas mañanas hojas sueltas y tiernas de lechuga primavera y hoja de roble; también de espinacas y rúcula. Luego añado al cesto un par de rabanitos y me monto una ensalada crujiente y fresca gracias a la centrifugadora de ensaladas que me regaló mi amiga Estrella, uno de esos artefactos de plástico donde puedes lavar la verdura cruda y tapar con una tapa que lleva un cordón del que hay que tirar como si de un fuera borda se tratara. Me encanta hacerlo.
Lechugas primavera, flanqueadas por espinaca y acelga
Pues he ampliado la huerta, como ya he dicho en otra entrada y ahora preparo la tierra con humus de hojas fermentadas y estiércol de las mulas bonitas que trabajaron en el bosque para acarrear madera. Después, añado ceniza de las hogueras autorizadas en las que hemos quemado ramas y hojas del invierno. Esa tierra espero que acoja con gracia las semillas de maíz eco, calabazas (ya las planté esta mañana), pepinos y melones. Amén de los semilleros de tomates raf, puerros y lechugas que están germinando. Este año, parece que la cosa promete. Me gusta pararme al atardecer, si el frío no aprieta, a contemplar el silencio de la huerta. Yo no sabía que se podía hacer hasta que lo comprobé por casualidad una tarde. Luego caí en la cuenta de que los pajarillos no callaron en ningún momento. Pero a mí no me molestaban.
El pequeño ruibarbo que asomó en pleno frío
Los ruidos feroces de la radio contando las noticias sí que me molestan, pero  no hay nada que hacer por ahora. Confío en que la gente acabe organizándose, no para jalear la calle solamente sino para hacernos un favor unos a los otros. O dos. Dicen que España es de los países donde hay menos emprendedores del mundo desarrollado. Y no es culpa de las leyes porque bien que montan sus empresas los extranjeros de todo tipo que llegan. Empresas grandes y pequeñas. Habrá que cavilar por ese lado y dejarse de lamentaciones y griterío.
Como el ruibarbo, tener valor para asomar la nariz en medio de las heladas y crecer, a la chita callando, hasta hacerse fuerte. Como dice Fernando Vallejo, el escritor colombiano, no es que haya que hacer el bien sino que no hay que hacer el mal. Valete.

17 comentarios:

Kit dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
estrella dijo...

No os lo comáis todo que a lo mejor caigo por ahí a primeros de Junio...

Miguel dijo...

Hemos visto unas buenas alcachofas de camino entre Ubeda y Baeza. Y de frente teniamos la sierra de Cazorla nevada. Dias despues visitamos Jaen y la calle Santo Domingo, donde tu amiga del comentario anterior,paso su infancia

Elvi dijo...

Descuida, Estrella; algo quedará y nuevas hortalizas irán saliendo para ti. Esa es una buena noticia, ójala se cumpla.

Elvi dijo...

Miguel, mi única planta de alcachofa temo que no dé nada este año. Ha habido heladas que la han dejado idem. Qué bellos paisajes ésos de los que hablas. También vi yo buenos campos de alcachofas en mi camino a valencia, desde Poblet. ya lo creo.

Elvi dijo...

¡Impagable el video de Scottish Dancing, Miguel!

Manuel Montero, peintre et homme de lettres dijo...

Dimanche

Un sol de oro entra por el techo :

no soy virgen, parece gemir

la Tierra, desanimada

frente al súbito despertar de esta primavera ;

yo abro mi cuerpo como la granada,

parece gemir tan joven en el lecho.

Las rocas de su cuerpo en el desierto y en la bruma:

la vida exhibida y el fantasma disuelto

cuando el aire se fuma la zarza feliz del desacierto.

Tiradas, tiradas están las semillas

de la hembra sobre la pulpa de mi lengua,

sobre el alto valor de cualquier otro paraíso.

Y vengo nada mas que para eso,

y para que se pare ella ;

miel de fuego :

luego brota, trota y pare.

Nupcias de luz y de instantes :

los paseantes se desnudan en el tiempo,

se escribe sola la mitologia

como sola se encuentra la descripción del tapir

o del orgasmo, y siempre la primera.

Manuel Montero, peintre et homme de lettres dijo...

es un poema rarillo

ha salido asi

Elvira, Estrella,

con el doblez de una nueva pubertad

diria yo

Manuel Montero, peintre et homme de lettres dijo...

vamos, luz verde

para el psicoanalisis salvaje

o domesticado

Manuel Montero, peintre et homme de lettres dijo...

entre hortalizas

impecables

estrella dijo...

Pues me gusta, Manuel.

Elvi dijo...

Te habrá inspirado San Jorge, MM. Tengo una noticia que me hace feliz: ha brotado una alcachofa, de entre las recias hojas de plata, un botón tierno y jugoso. Qué guay.

estrella dijo...

Elvi, el que da las clase de danza escocesa es el hijo de Miguel. Un chico muy apuesto.
Me encantó verlo, Miguel.

¿Quién se va a comer la alcachofa, el rey de la casa o la reina?

Manuel Montero, peintre et homme de lettres dijo...

oye, como trabajo (para pintar o para escribir) por episodios maniacos, no puedo privarme de la impaciencia de haceros leer la traduccion que me ha salido de una estrofa de Shelley, trabajando sobre The Witch of Atlas :

Diez veces la Madre de los Meses ha estirado

su arco junto a la estrella del misterio, y votado

con ese signo brillante para puntuar el oleaje

que deserta de la arena - como chavales los minutos

reprendidos, a su mando siempre se nos van y se nos vienen -

hasta que en esta gruta un tenue esplendor de interior

tomara la forma y los gestos; se caldea la habitacion

con el Poder corporeo; forma viviente que me esta leyendo.

estrella dijo...

Manuel, muy hermoso. Habria que ver el original!

Manuel Montero, peintre et homme de lettres dijo...

siempre esta a mano :

Ten times the Mother of the Months had bent
Her bow beside the folding-star, and bidden
With that bright sign the billows to indent _75
The sea-deserted sand--like children chidden,
At her command they ever came and went--
Since in that cave a dewy splendour hidden
Took shape and motion: with the living form
Of this embodied Power, the cave grew warm. _80

Manuel Montero, peintre et homme de lettres dijo...

y gracias