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Van creciendo los melones "piel de sapo" |
Tarde perezosa de agosto. Fuera calienta el sol y empieza a levantarse un airecillo compasivo que parece querer calmar al ferragosto feroz. Suena Erik Satie en el tocadiscos patata que tengo sobre el alféizar de la ventana. He comido demasiadas avellanas tostadas y ahora me pesa el estómago y la conciencia. Pero, gracias a las notas de las
gymnopedies me siento leve, ligera la carga de mi ser y estar sobre la tierra. ¿Cómo será -si es que es- estar debajo? Entonces, va el pianista y ataca una
gnosianne. Y vuelve la sonrisa. Mientras tanto, ahí afuera, las ramas de la truhana se mecen por el viento. No va a haberla, pero sería perfecto que hubiera tormenta. A propósito, ¿no son acaso preciosos mis pepinos?
6 comentarios:
Lo que es preciosa es esta nueva entrada a tu dormilón blog! Los pepinmos me parecieron al principio higos chumbos…por las espinas. Ay, Dios!
Vaya verano que estamos pasando tú y yo… me refiero a la caló.
bueno, yo no digo nada (porque no estoy al corriente)
Sin embargo, estimado MM, yo sí que estoy al tanto de tu nuevo juguete videoarmónico. Verás, es que tengo una pequeña huerta ecológica, donde crecem lechugas y tomates, pepinos y calabacines, melones y rúcula, calabazas y cebollino, fresas y ruibarbo. Pero nada más. Ah, sí: maíz para palomitas.
Caló, muscha. Sí, mi arma. Y más cosas que espero poder contarte cuando nos veamos. ¿Planes para septiembre?
Pepinos no tienen espinas, Estrellita. Pienso plantar también higos chumbos, pero con esos me andará con cuidado.
MM,no borres tus comentarios, no seas tan tímido.
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