miércoles, 30 de diciembre de 2009

Por un agradable año nuevo

Hoy, 30 de diciembre, ha amanecido templado el día, hasta el punto de que se podía estar fuera con sólo un jersey. No lucía el sol a las nueve (lo hizo hacia el mediodía) pero resultaba delicioso quedarse al aire libre, barrer por fin las hojas mojadas por la última lluvia dibujando trazos con el rastrillo en la tierra blanda. Qué peinadito se queda todo. Hay mucho placer en esos trabajos que permiten de inmediato comprobar lo beneficioso del esfuerzo realizado. En ésas estaba cuando me sentí observada. Pero no había nadie, aparentemente, más que yo en el jardín. Un silencio templado como la temperatura y yo. Y el sonido del rastrillo sobre la tierra. Ya iba a entrar a tomarme un rico sencha caliente cuando la ví. Me miraba fijamente desde la rama partida de la acacia centenaria: una ardilla preciosa.

Seguramente, andaba buscando sus avellanas escondidas en alguna parte, como yo cuando busco mis gafas, también aparentemente escondidas en alguna parte. Me sentí unida a ella por la misma cabeza de chorlito, de modo que le susurré suavemente, temía asustarla, un "feliz año nuevo" que le gustó mucho. Lo sé porque me sonrió. Un día muy agradable.

9 comentarios:

Toledo 1940 dijo...

TORMENTA EN EL SECARRAL DE TOLEDO"

"Los Zumeta salieron en tren para Madrid. La compañía minera bilbaina que había contratado a Miguel tenía una mina de grafito en la provincia de Toledo, cerca de Guadamur, donde habían surgido ciertos problemas. Antes de que Miguel saliese para Sierra Morena, le enviaron allí para que tratase de solucionarlos.

María y Miguel llegaron a Toledo en un autobús que habían tomado en Madrid. Después de dar una vuelta por sus tortuosas y fascinantes calles, se sentaron en un café de la plaza de Zocodover, esperando a la camioneta de la mina que debía pasar a recogerlos. La espera duró varias horas, y forzados a permanecer en el punto de la cita, acabaron por aburrirse.

La tragedia del Alcázar estaba todavía latente y atraía a curiosos de otras provincias de España, que venían a contemplar sus ruinas, pero se notaba la ausencia de turistas extranjeros, sumidos en sus propias tragedias.

Era lunes, y los limpiabotas permanecían inactivos. Los zapatos de los toledanos ya habían quedado limpios la víspera, y sus dueños procuraban preservarlos del polvo y del barro durante dos o tres dias y, a poder ser, hasta el domingo siguiente. Los limpiabotas, sentados sobres sus cajas, con las piernas extendidas y la gorra sobre los ojos, dormitaban con la espalda apoyada en la pared de los soportales. Dos o tres niños, insistentemente mirones y con cara más que sucia, rondaban alrededor. No pedían, pero se veía que esperaban algo. María les dió tortas de almendras que quedaban en el platillo. Los chiquillos se fueron, pero enseguida se presentaron dos perros que empezaron a husmear debajo de las mesas y a meterse entre las piernas de los clientes del cafe". (Continuará)
(Nota mia: a estas alturas creo que mi tia ya debería de tener sus 90 años cuando escribió esta parte del libro y en algunas partes se nota...)

estrella dijo...

Ya estaréis en Toledo, en plena espera de la próxima hora. Tómate 24 uvas, 12 por mí...aquí no se estila. Yo os mando 24 besos, 12 para cada uno!

estrella dijo...

Miguel?? Qué bien verte por aquí! Ahora disfrazado de personaje Toledano
Feliz año para ti también


"rateria"

me dijo...

Una amiga, Graciela, me manda esto. Se que te gustara.

Esta noche a las 12, cuando empecemos a dar otra vuelta alrededor del sol, lo que nos da la ilusión de un kilómetro cero para reiniciar la vida, voy a brindar por ustedes y voy a desearles todo lo que sea mejor para cada uno en esta nueva vuelta. Salud, alegría, éxito, polenta como me deseó mi tía mayor, y todas las dulzuras de la vida, las esperadas y las inesperadas. Y voy a recordarlos a todos y a extrañarlos con esa nostalgia en que somos tan expertos los viajeros.

"Acordaréme de tus amores, el que tú me tienes y el que yo te tengo, de tu trato y conversación blanda, regalada, amorosa, más que de ningún otro placer y alegría" (Fray Luis de León, comentando una línea del Cantar de cantares de Salomón).

Elvira dijo...

Gracias, Toledo1940. Me llama todo -o casi- lo toledano. ¿Tu tía ha escrito esto? ¿Puedes darme más información al respecto?

Elvira dijo...

De vuelta en Poblet, amiga mía. Claro que me he tomado las uvas a tu salud (las escogé chiquititas para no atragantarme) y brindé con sidra El Gaitero, carterín, de la de la plata color plata que tiene menos alcohol. Era con la que mis padres dejában que brindáramos cuando niños en casa. Ha sido una cena conmemorativa. Ojala este año sea bueno para vosotros.

Elvira dijo...

Bonito extracto del de Leon, Graciela. Gracias por traerlo a este patio, Chiqui.

estrella dijo...

Hola, Elvirita. Me he pasado por el blog de los tes. Una delicia, pero me han entrado unas prisas increíbles cuando me he puesto a leerlo. Soy muy impaciente: Me tomo un buen té si me lo hacen, pero la ceremonia de prepararlos es demasiado para mi.

El tetero es el cartero. Me pregunto por dónde andará.

estrella dijo...

Hola, Elvirita. Me he pasado por el blog de los tes. Una delicia, pero me han entrado unas prisas increíbles cuando me he puesto a leerlo. Soy muy impaciente: Me tomo un buen té si me lo hacen, pero la ceremonia de prepararlos es demasiado para mi.

El tetero es el cartero. Me pregunto por dónde andará.